Adsense

jueves, 4 de septiembre de 2014

Alonso Rodríguez. Elfidio (1905-2001)

En 1923 viajó a Madrid para matricularse en la carrera de medicina, en la entonces Universidad Central. Afectado de tuberculosis, regresó a Tenerife donde colaboró con diversos periódicos locales, como La Prensa, La Tarde y el diario Informaciones. En el primero de ellos publicó su primera novela por entregas, titulada Don Juan y el donjuanismo.

A finales de 1929 regresó a Madrid para continuar sus estudios de medicina. En la capital comenzó su relación con el ideario republicano, sobre todo a través de la fundación de la revista Islas. En 1930, de nuevo en Tenerife, fue nombrado presidente del Círculo de la Juventud Republicana de las Islas Canarias; los comienzos de su actividad política no fueron óbice para que Elfidio continuase ligado al mundo periodístico. Buena prueba de ello fue la fundación, en 1931, de la revista Proa, editada en Santa Cruz de Tenerife y donde le acompañaban otros periodistas del calibre de Ernesto Pestano y Domingo Molina.

La revista Proa fue la base del periódico de ideología republicana Hoy, donde el tinerfeño desempeñó el cargo de subsecretario y donde contó con diversas columnas de opinión firmadas bajo el pseudónimo de Sagitario. Pero fue con la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, cuando Elfidio Alonso se decantó definitivamente por el periodismo político, actividad que compaginó con diversos cargos en la organización gubernamental de la República. En 1931 fue nombrado secretario de Antonio Lara y Zárate, gobernador republicano de Tenerife, aunque a finales de ese mismo año Elfidio regresó a Madrid como secretario del grupo de diputados tinerfeños en la cámara legislativa. Tras la disolución de las Cortes, acompañó de nuevo a Antonio Lara y Zárate, esta vez como secretario del ministerio de Hacienda. En 1933 Elfidio presentó su candidatura a diputado por la circunscripción tinerfeña, dentro del Partido Republicano de Tenerife, incorporándose al Parlamento desde ese año hasta que la insurrección de 1936, causante de la Guerra Civil, acabó con la representatividad de este órgano.

En su labor periodística, Elfidio estuvo ligado al diario El Imparcial, para el que publicaba las crónicas de las sesiones parlamentarias y donde conoció al escritor Ricardo Baroja. De igual manera, el periódico republicano Hoy siguió contando con sus colaboraciones habituales. También en esta época de febril actividad intelectual, política y literaria hay que datar la redacción de su más famosa novela, Los guanches en el cabaret. En 1936, después de haber participado en la escisión de la Unión Republicana, Elfidio se presentó como candidato al Congreso por la recién nacida Izquierda Tinerfeña, donde salió elegido en compañía de otros destacados políticos republicanos canarios, como Luis Rodríguez Figueroa y Emiliano Díaz Castro. En mayo de 1936 se trasladaría junto a sus compañeros hacia Madrid, donde le sorprendió el golpe militar del general Franco, y con él la Guerra Civil. 


El 15 de agosto de 1936, Elfidio Alonso se hizo cargo de la dirección del periódico ABC, que pasó a denominarse ABC- Periódico Republicano de Izquierda. El reto del periodista tinerfeño fue, indudablemente, convertir a un diario totalmente contrario a los intereses de la República en un periódico coherente con la gobernación. Como redactor jefe y mano derecha de Elfidio figuró otro gran periodista, Mariano Espinosa, además de un jovencísimo Julián Marías que dio sus primeros pasos en el periodismo dentro del ABC republicano. Como la redacción del ABC conservador se había trasladado a Sevilla, el popular diario fue el único que se editó durante la Guerra Civil en dos formatos, uno a favor de la República y otro a favor de la sublevación militar. Elfidio, al frente del primero, trató de potenciar las imágenes, las fotografías y toda la información relativa al frente, desempeñando un digno papel en el periodismo español de la época a pesar de la escasez de medios con que contó.

En el plano político, Elfidio siguió trabajando a favor de la República como miembro del Comité Nacional del Frente Popular y también como secretario general de Unión Republicana. Durante la presidencia de Francisco Largo Caballero, Elfidio fue nombrado subsecretario del Ministerio de Obras Públicas, por lo que en 1937 trasladó su residencia a Valencia, sede del precario gobierno republicano en guerra. Un año más tarde, de la mano del gobierno de Juan Negrín López, se trasladó a Barcelona como subsecretario del Ministerio de Transporte y Marina Mercante. A finales de ese mismo año tuvo que exiliarse a Francia, aunque cayó prisionero de las tropas franquistas que le recluyeron en un campo de concentración de la frontera entre Francia y Cataluña. Se da la circunstancia de que fue el futbolista internacional del F. C. Barcelona, José Samitier, el que le ayudó a escapar de su prisión. A Elfidio sólo le quedaba la opción del exilio.

El primer destino del éxodo del periodista canario fue Santo Domingo, donde colaboró en el diario La Nación. Los periódicos mejicanos Estampa y Ya Gráfico, así como el venezolano Gente Nuestra también se honraron con el trabajo de este maestro de periodistas. Después de la muerte de Franco, en 1975, Elfidio regresó a España y se instaló en San Sebastián (Guipúzcoa), aunque a partir de 1990 volvió a su Tenerife natal. El 28 de abril de 1998, el Gobierno Autonómico de Canarias, en la persona de su presidente, Jerónimo Saavedra, concedió a Elfidio Alonso la Medalla de Oro de Canarias, la más alta dignidad de las islas. Del matrimonio entre Elfidio y su segunda esposa, Josefina Rodríguez Machado, nació un hijo, Elfidio, uno de los cantantes del más destacado grupo de músical folk de raigambre canaria: Los Sabandeños. Hasta pocas semanas antes de su fallecimiento, el 28 de febrero de 2001, Elfidio colaboró con los periódicos canarios La Gaceta y Diario de Avisos, donde mantenía una columna de opinión semanal.

V. Cortes repubucanas

http://www.mcnbiografias.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario